COMIDA CHATARRA
¿Quién dice que las hamburguesas
no son un buen alimento y que engordan demasiado?. No es que carezcan, claro
está, de calorías, pero este sabroso bocado es, en realidad, un plato combinado
que incluye bastante más que carne picada. Así consideradas, las hamburguesas
pueden entrar de lleno en cualquier dieta, sin desequilibrarla lo más mínimo.
Antes bien, esta comida "informal" contribuye a cubrir las
necesidades diarias de nutrientes indispensables.Todo lo que se debe saber
sobre la hamburguesaEn cualquier caso, cuando pedimos una hamburguesa, nadie
ignora que se trata de un pan con una porción de carne picada y que, las más de
las veces, incluye otros productos: queso, vegetales varios, lechuga, tomate,
cebolla, pepinillos…y alguna que otra salsa, habitualmente mayonesa, ketchup y
mostaza; en definitiva, una larga lista de alimentos, de composición y en
cantidades variables, que hace imposible cualquier generalización en lo que a
su análisis nutritivo se refiere.Para deshacer la confusión creada en tomo a
este alimento por su compleja composición, científicos de varios países han
tenido que realizar diversos estudios sobre el valor nutritivo de la
hamburguesa que han logrado ponerla en su lugar. Estos expertos llegan, cada
uno por su lado, a la misma conclusión: el recelo que la hamburguesa provoca a
algunos no resiste el más mínimo análisis crítico; convenientemente
incorporadas a la dieta, constituyen un buen alimento. y razones no les
faltan.Retrato de un alimentoEl pan, cuyas virtudes son de todos conocidas,
viene a suponer entre el 30% y el 50% del peso de la hamburguesa. Su poder
energético es similar a igualdad de peso al de la carne picada utilizada en las
hamburguesas, que contiene grasas adicionales. Pero en el pan esta energía se
encuentra en forma de carbohidratos, en tanto que la de la carne procede de las
proteínas y la grasa. Ello quiere decir que, junto a un tipo de energía que
sacia antes la de los carbohidratos, hay otra la de la grasa de mayor densidad
calórica que reduce la necesidad de consumir un mayor volumen de alimentos. Por
otra parte, la carne, como todos los alimentos pobres en carbohidratos, inhibe
durante mucho tiempo la sensación de hambre. Dependiendo del tipo simple o
doble, con queso o sin él, entre otras cosas, una hamburguesa tiene un valor
energético que oscila entre las 250 y las 300 Kcal.(una hamburguesa simple o con
queso). Si se tiene en cuenta que las necesidades medias de energía para un
adulto con actividad moderada están en torno a las 2.500 kilocalorías diarias,
no se puede decir que una hamburguesa a la semana, e incluso al día,
desequilibre ninguna dieta, ni siquiera incorporándole un par de sobrecitos de
salsa de mostaza o de ketchup, que vienen a contener 18,5 gramos y unas 30
kilocalorías por sobre.
Equilibrio nutritivoPero aparte
del energético, hay otros aspectos de gran importancia desde el punto de vista
nutritivo. Siempre dentro de la heterogeneidad de fórmulas y pesos del
producto, y con el inconveniente de que hay que barajar porcentajes medios en
lo que se refiere al contenido de proteínas de alto valor biológico, grasas e
hidratos de carbono, se puede encuadrar a la hamburguesa en la categoría de
"alimento adecuado", máxime si se tiene en cuenta que además
contribuye a cubrir las necesidades de un sin fin de minerales y de
vitaminas.Aporta minerales y vitaminas Entre los primeros, destaca el aporte de
hierro, en cantidad y de calidad importante, ya que el procedente de la carne
es de fácil absorción, aparte de favorecer la del hierro incluido en otros
alimentos consumidos junto a ella. Este cuadro se ve completado por algunas
vitaminas del grupo B tan vitales como la B1 y la B2.
Rápida de cocinarAl contenido
intrínseca y nutritivamente correcto de la hamburguesa se suma el hecho de que
es un producto elaborado y distribuido mayoritariamente por los
establecimientos de la denominada fast food, donde no sólo se puede comer
rápido, sino que también se cocina rápida, al utilizar procedimientos
culinarios en los que el calor actúa durante breves espacios de tiempo. Pues
bien, a pesar de la mala fama de que gozan estos establecimientos, el
detrimento del valor nutritivo de un determinado alimento depende, en opinión
de los especialistas, sobre todo de la temperatura a que es expuesto y del
tiempo durante el que actúa dicha temperaturas.Hamburguesas y saludEn
definitiva, el alto consumo de hamburguesas en numerosos países no es otra cosa
que el resultado de la toma de conciencia de un nuevo modo de alimentarse que
sigue criterios más racionales, lógicos y económicos. Esto no quiere decir que
la hamburguesa sea la panacea de la salud. Es un alimento más entre otros, y al
igual que a nadie se le ocurriría desayunar, comer, tomar once y cenar
exclusivamente a base de leche, por poner como ejemplo un alimento que tiene
buena prensa, tampoco se le ocurriría a nadie reducir su dieta a las
hamburguesas.
Con todo, todavía puede quedar
quien no se convenza. Esas mezclas de carne picada, ese nuevo modo de comer,
esas grasas..., ¿no afectarán a nuestra salud?.No me extenderé en la aclaración
en un producto tan clásico como la carne picada, utilizada desde siempre en la
elaboración de embutidos, salchichas o platos de toda la vida como las
albóndigas.
La carne de las hamburguesas de
vacuno, contiene grasa en cantidad variable. En contra de lo que pueda
pensarse, no siempre es mejor la que posee menos grasa y mayor cantidad de carne
magra; antes al contrario, organolépticamente son preferibles las hamburguesas
con un contenido superior al 10%, y en la práctica, suelen contener por encima
del 15%. Por lo demás, la grasa es necesaria, y ningún régimen la prohíbe de
manera radical, siempre que se mantenga dentro la media recomendada: del 30%
del valor calórico total de la dieta. Ahora bien, las hamburguesas tienen,
además de la grasa propia de la carne, la que se añade para darle un toque más
sabroso, la utilizada en su ligera fritura o en la plancha, la del pan , y la
que pueda contener las salsas añadidas, en particular la mayonesa.Estudios
rigurososEsto ha causado cierta preocupación. Así, se ha analizado, con un
riguroso método de investigación, la influencia en nuestro país del consumo de
hamburguesas en la composición de los ácidos grasos, en el colesterol y en el
perfil calórico, tanto entre adultos como entre adolescentes. En España se
citan estudios que comparan dos dietas que incluyen, respectivamente, el
consumo de tres y de siete hamburguesas a la semana, con otra dieta exenta de
ellas. Las conclusiones no dejan lugar a dudas: aun con una frecuencia de siete
a la semana, el consumo de hamburguesas "no afecta a los niveles de
colesterol plasmático, ni la contribución de la grasa al valor calórico de la
dieta".Elemento de la dietaLa idoneidad de la hamburguesa en la dieta hay
que entenderla como la de cualquier otro alimento, sea el exquisito jamón, los
socorridos huevos fritos con chorizo, porciones de pizza, chacarero, hot dog,
barros lucos, etc. Cualquier alimento es susceptible de entrar a formar parte
de una alimentación adecuada, con la condición de que jamás constituya por si
sólo una dieta. Y es que ningún producto es ni tiene por qué serlo
completamente equilibrado: siempre le falta algún nutriente necesario. La dieta
ideal es la que extrae del 10% de su energía total de las proteínas, de el 30%
de las grasas y entre el 50% al 60% de los hidratos de carbono. Estos valores
se refieren a la dieta en su conjunto y no a este o aquel alimento, ni siquiera
a la totalidad de lo ingerido al cabo de una jornada.
Y aquí, en este contexto más
amplio, sí que tienen cabida las hamburguesas, un alimento tan saludable como
cualquier otro. Consumidas en el marco de una dieta variada, ni suben el
colesterol ni engrosan los michelines. Cuentan, además, con otros atractivos:
son sabrosas y fáciles de masticar, y están cómodamente disponibles en
múltiples establecimientos modernos y con óptimas condiciones de higiene.
QUE NO LE ENGAÑEN
Las hamburguesas son malas para
la saludFALSO. En el marco de una dieta variada como es, en general, las
hamburguesas constituyen un alimento del todo saludable. Sólo deben ser
precavidos los hipertensos o las personas propensas, pues una hamburguesa, sin
papas fritas, puede contener hasta 1 g de sodio.Las hamburguesas no son un
alimento completoCIERTO. Las hamburguesas no son un alimento completo, como
tampoco lo es la leche, el aceite de oliva, o el pescado. Ningún producto tiene
los nutrientes necesarios para la vida humana, salvo la leche materna, y sólo
durante los primeros meses de vida. La hamburguesa es, como el resto, un
alimento que hay que incorporar a la dieta, que será más o menos completa según
la mayor o menor variedad de productos que incluya.Las hamburguesas no
alimentanFALSO. Las hamburguesas, aparte de otros nutrientes, son ricas en
proteínas de alta calidad, en vitaminas y en hierro fácilmente asimilable.No se
debe comer más de una hamburguesa a la semanaFALSO. Se ha demostrado que una
hamburguesa, incluso diaria, no afecta los valores dietéticos de una persona,
siempre que el resto de su dieta contenga gran variedad de alimentos.Las
hamburguesas son malas para los jóvenesFALSO. Las proteínas, las grasas, los
hidratos de carbono, las vitaminas y minerales de las hamburguesas contribuyen
de forma favorable, junto con los demás productos de la dieta, a la
alimentación de los más jóvenes, más necesitados de estos nutrientes.Las
hamburguesas aumentan el colesterolFALSO. Evidentemente, las hamburguesas
contienen colesterol, pero no más que el chorizo, los huevos, el jamón, el
queso o la mantequilla. Si el conjunto de la dieta es variada, el consumo,
incluso a diario de hamburguesas no producen cambios en los niveles de
colesterol.Las hamburguesas engordan muchoFALSO; Dependiendo del peso total de
la hamburguesa -entre 100 gr y 200 gr y del de sus ingredientes, aporta de 200
a 400 Kcal. Una adulto de actividad moderada debe ingerir unas 2.500 Kcal. al
dia.Los ingredientes de las hamburguesas son de mala calidadFALSO. Los
fabricantes trabajan con materias primas de calidad contrastada y elaboran sus
productos con la merecida atención, procede de los más modernos y mejor
acondicionados mataderos. El producto que llega al consumidor reúne unas
excelentes condiciones higiénicas y nutritivas.Las hamburguesas tienen mucho
aditivoFALSO. Un producto de tan rápido consumo como la hamburguesa, de
elaboración y congelación tan sencilla, no suele precisar de ningún tipo de
conservante o aditivo. En el supuesto de que alguna marca lo empleara, sólo
serian los autorizados y en las cantidades permitidas por la legislación, cuyas
concentraciones no suponen ningún daño para el consumidor.Los alimentos pierden
nutrientes en los Fast FootFALSO. Los alimentos pierden más nutrientes cuanto
más calor y más tiempo requieren para su elaboración. La comida de los fast
food utiliza sistemas de cocción mucho más rápidos que los tradicionales.Las
hamburguesas son antihigiénicasFALSO. Como en todo tipo de establecimiento,
puede haber alguna con malas condiciones higiénicas, pero esto no puede
generalizarse. Lo normal, sin embargo, es que los locales sean establecimientos
alegres, luminosos, dotados de un utillaje de fácil limpieza y especialmente
atractivo para un público joven y moderno.
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