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jueves, 22 de junio de 2017

LA NUTRICIÓN

EL ZINC Y SU RELEVANCIA EN LA NUTRICIÓN ADOLESCENTE

Los niveles adecuados de zinc son indispensables para el crecimiento y desarrollo sexual normales, maduración esquelética y mineralización, gestación y parto, además del desarrollo de la función cognitiva e inmunológica. En el caso de las mujeres en periodo fértil, el zinc es esencial para completar los stocks de este mineral que fueron reducidos durante el pico de crecimiento de la adolescencia, así como en la gestación.
Las alteraciones en el patrón de consumo alimenticio observadas en las últimas décadas, en especial entre adolescentes, sugieren que la ingesta dietética de zinc sea deficiente en esa franja etaria. Un estudio norteamericano reciente, realizado con 933 adolescentes, identificó ingesta de zinc por debajo del recomendado de la RDA en 81% de las chicas y en 75% de los chavales; y que el 56% de las chicas y 46% de los chavales jóvenes presentaron ingesta inferior a 77% del valor sugerido por la RDA.
Los niveles energéticos
Existe una variabilidad destacable para las necesidades estimadas de energía entre los sexos masculino y femenino en razón de las variaciones en la tasa de crecimiento y de actividad física.
Las necesidades de energía de los adolescentes son proyectadas para mantener la salud, promover el crecimiento y la maduración y soportar un nivel deseable de actividad física. Es importante garantizar energía adecuada para el crecimiento para ello se requieren de energéticos naturales como el té verde, bebidas energéticas de carbohidratos para entrenar, bebidas hidrotónicas, consumir avena para complementar la dieta y dividir el consumo con varias fuentes alimenticias que pueden ofrecer al adolescente la energía necesaria para sus actividades físicas o mentales.
Las proteínas
Durante la adolescencia, las necesidades de proteína, como las de energía, se correlacionan más estrechamente al patrón de crecimiento que con la edad cronológica. Las necesidades básicas diarias para proteína están basadas en la cantidad de proteína necesaria para el crecimiento y el balance positivo de nitrógeno.
La ingesta insuficiente de proteína es rara en la población adolescente. Sin embargo, si la ingesta de energía fuere inadecuada por cualquier razón (por ejemplo, problemas de seguridad alimenticia, enfermedad crónica, intentos de perder peso), la proteína dietética puede ser usada para atender a las necesidades de energía y, por lo tanto, será indisponible para la síntesis de tejido nuevo o para reparación tejidual. Esto puede resultar en un estado insuficiente de proteína, lo cual llevará a la reducción en la tasa de crecimiento y en la masa corporal magra.
Las ingesta excesiva de proteína también pueden tener un impacto sobre el estado nutricional. Por ejemplo, un alza ingesta de proteínas puede interferir en el metabolismo de calcio y aumentar las necesidades de fluidos. Estas necesidades de fluidos pueden poner los atletas jóvenes en alto riesgo de deshidratación.
Vitaminas y Minerales
Los micronutrientes desempeñan un papel importante en el crecimiento y salud de los adolescentes. El consumo inadecuado de frutas y hortalizas está siendo vinculado a ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades. Las recomendaciones nutricionales indican un consumo mayor de frutas y hortalizas por sus contribuciones de vitaminas, minerales y fitonutrientes. La ingesta inadecuada causaría un tremendo impacto sobre la cantidad de vitaminas y minerales necesarios para el crecimiento. Los adolescentes incorporan dos veces más calcio, hierro, zinc y magnesio en sus cuerpos durante los años de su estirón de crecimiento que en otros períodos; aquí los complejos vitamínicos y los multivitamínicos son relevantes, siempre bajo la orientación profesional, y muy importante antes de ir a un gimnasio o empezar un entrenamiento relacionado a cualquier deporte.
Calcio
En función del desarrollo muscular, esquelético y endocrino acelerados, las necesidades de calcio son mayores durante la pubertad y adolescencia que en la infancia o fase adulta. En el pico del estirón de crecimiento, la utilización diaria de calcio puede ser dos veces más en relación al promedio durante el resto del periodo de la adolescencia. En realidad, 45% de la masa esquelética es añadida durante la adolescencia. La recomendación es de 1.300mg para todos los adolescentes, pero no todos los adolescentes consiguen alcanzar esa recomendación debido al alto consumo de refrescos, debido al hecho de la sustitución de la leche por el mismo.
Se estima que 9% de la ingesta calórica total de los adolescentes del sexo masculino y 8% de la ingesta calórica total del sexo femenino puede ser atribuida por el consumo de refrescos. El riesgo de desarrollar osteoporosis depende parcialmente de cuanta masa ósea es construida en el inicio de la vida. Las chicas construyen 92% de su masa ósea alrededor de los 18 años de edad, pero una ingesta inadecuada de calcio puede limitar su crecimiento óseo final. Investigaciones apuntan que cuanto mayor el consumo de refresco, mayor el riesgo de desarrollar osteoporosis.
Hierro
Todos los adolescentes tienen altas necesidades de hierro. La construcción de la masa muscular en los chavales es acompañada de mayor volumen sanguíneo; las chicas pierden hierro mensualmente con el inicio de la menstruación. Durante períodos de rápido crecimiento, los adolescentes con frecuencia poseen bajas concentraciones séricas de hematocritos o hemoglobina.
La mayoría de esos adolescentes posee reservas adecuadas de hierro pero, en vista del rápido crecimiento y aumento significante en la masa corporal magra, su hierro circulante puede ser bajo. Esta condición es llama anemia fisiológica del crecimiento. Durante la adolescencia, la anemia secundaria por la deficiencia de hierro puede perjudicar la respuesta imunológica y disminuir la resistencia a las infecciones. La anemia por deficiencia de hierro también puede afectar el aprendizaje, conforme evidenciado por estudios que muestran que críos y adolescentes con esta anemia tienen problemas con memoria de corto plazo.
Ácido Fólico
Las recomendaciones para ácido fólico habían sido aumentadas en 1998 a 400µg/día. Este aumento fue proyectado para reducir el riesgo de defecto del tubo neural en mujeres capaces de quedarse embarazada.

Antes de la fortificación del alimento con ácido fólico, la ingesta promedio de folato era de aproximadamente 250µg/día. Ahora se espera que la ingesta de ácido fólico aumente. Como los otros nutrientes, las necesidades de vitaminas son primeramente determinadas por un grado de madurez física del individuo, a contraposición de la edad cronológica. Debido a las demandas variables de crecimiento, los adolescentes que hacen dietas presentan un disturbio alimenticio o enfermedad crónica, o tienen consistentemente selecciones alimenticias precarias que afectan al organismo y tienden a crear a largo plazo problemas a la salud.

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