EL ZINC Y SU RELEVANCIA EN LA NUTRICIÓN ADOLESCENTE
Los niveles adecuados de zinc son indispensables para el
crecimiento y desarrollo sexual normales, maduración esquelética y
mineralización, gestación y parto, además del desarrollo de la función
cognitiva e inmunológica. En el caso de las mujeres en periodo fértil, el zinc
es esencial para completar los stocks de este mineral que fueron reducidos
durante el pico de crecimiento de la adolescencia, así como en la gestación.
Las alteraciones en el patrón de consumo alimenticio
observadas en las últimas décadas, en especial entre adolescentes, sugieren que
la ingesta dietética de zinc sea deficiente en esa franja etaria. Un estudio
norteamericano reciente, realizado con 933 adolescentes, identificó ingesta de
zinc por debajo del recomendado de la RDA en 81% de las chicas y en 75% de los
chavales; y que el 56% de las chicas y 46% de los chavales jóvenes presentaron ingesta
inferior a 77% del valor sugerido por la RDA.
Los niveles energéticos
Existe una variabilidad destacable para las necesidades
estimadas de energía entre los sexos masculino y femenino en razón de las
variaciones en la tasa de crecimiento y de actividad física.
Las necesidades de energía de los adolescentes son
proyectadas para mantener la salud, promover el crecimiento y la maduración y
soportar un nivel deseable de actividad física. Es importante garantizar
energía adecuada para el crecimiento para ello se requieren de energéticos
naturales como el té verde, bebidas energéticas de carbohidratos para entrenar,
bebidas hidrotónicas, consumir avena para complementar la dieta y dividir el
consumo con varias fuentes alimenticias que pueden ofrecer al adolescente la
energía necesaria para sus actividades físicas o mentales.
Las proteínas
Durante la adolescencia, las necesidades de proteína, como
las de energía, se correlacionan más estrechamente al patrón de crecimiento que
con la edad cronológica. Las necesidades básicas diarias para proteína están
basadas en la cantidad de proteína necesaria para el crecimiento y el balance
positivo de nitrógeno.
La ingesta insuficiente de proteína es rara en la población
adolescente. Sin embargo, si la ingesta de energía fuere inadecuada por
cualquier razón (por ejemplo, problemas de seguridad alimenticia, enfermedad
crónica, intentos de perder peso), la proteína dietética puede ser usada para
atender a las necesidades de energía y, por lo tanto, será indisponible para la
síntesis de tejido nuevo o para reparación tejidual. Esto puede resultar en un
estado insuficiente de proteína, lo cual llevará a la reducción en la tasa de
crecimiento y en la masa corporal magra.
Las ingesta excesiva de proteína también pueden tener un impacto
sobre el estado nutricional. Por ejemplo, un alza ingesta de proteínas puede
interferir en el metabolismo de calcio y aumentar las necesidades de fluidos.
Estas necesidades de fluidos pueden poner los atletas jóvenes en alto riesgo de
deshidratación.
Vitaminas y Minerales
Los micronutrientes desempeñan un papel importante en el
crecimiento y salud de los adolescentes. El consumo inadecuado de frutas y
hortalizas está siendo vinculado a ciertos tipos de cáncer y otras
enfermedades. Las recomendaciones nutricionales indican un consumo mayor de
frutas y hortalizas por sus contribuciones de vitaminas, minerales y
fitonutrientes. La ingesta inadecuada causaría un tremendo impacto sobre la
cantidad de vitaminas y minerales necesarios para el crecimiento. Los
adolescentes incorporan dos veces más calcio, hierro, zinc y magnesio en sus
cuerpos durante los años de su estirón de crecimiento que en otros períodos;
aquí los complejos vitamínicos y los multivitamínicos son relevantes, siempre
bajo la orientación profesional, y muy importante antes de ir a un gimnasio o
empezar un entrenamiento relacionado a cualquier deporte.
Calcio
En función del desarrollo muscular, esquelético y endocrino
acelerados, las necesidades de calcio son mayores durante la pubertad y
adolescencia que en la infancia o fase adulta. En el pico del estirón de
crecimiento, la utilización diaria de calcio puede ser dos veces más en
relación al promedio durante el resto del periodo de la adolescencia. En
realidad, 45% de la masa esquelética es añadida durante la adolescencia. La
recomendación es de 1.300mg para todos los adolescentes, pero no todos los
adolescentes consiguen alcanzar esa recomendación debido al alto consumo de
refrescos, debido al hecho de la sustitución de la leche por el mismo.
Se estima que 9% de la ingesta calórica total de los
adolescentes del sexo masculino y 8% de la ingesta calórica total del sexo
femenino puede ser atribuida por el consumo de refrescos. El riesgo de
desarrollar osteoporosis depende parcialmente de cuanta masa ósea es construida
en el inicio de la vida. Las chicas construyen 92% de su masa ósea alrededor de
los 18 años de edad, pero una ingesta inadecuada de calcio puede limitar su
crecimiento óseo final. Investigaciones apuntan que cuanto mayor el consumo de
refresco, mayor el riesgo de desarrollar osteoporosis.
Hierro
Todos los adolescentes tienen altas necesidades de hierro.
La construcción de la masa muscular en los chavales es acompañada de mayor
volumen sanguíneo; las chicas pierden hierro mensualmente con el inicio de la
menstruación. Durante períodos de rápido crecimiento, los adolescentes con
frecuencia poseen bajas concentraciones séricas de hematocritos o hemoglobina.
La mayoría de esos adolescentes posee reservas adecuadas de
hierro pero, en vista del rápido crecimiento y aumento significante en la masa
corporal magra, su hierro circulante puede ser bajo. Esta condición es llama
anemia fisiológica del crecimiento. Durante la adolescencia, la anemia
secundaria por la deficiencia de hierro puede perjudicar la respuesta imunológica
y disminuir la resistencia a las infecciones. La anemia por deficiencia de
hierro también puede afectar el aprendizaje, conforme evidenciado por estudios
que muestran que críos y adolescentes con esta anemia tienen problemas con
memoria de corto plazo.
Ácido Fólico
Las recomendaciones para ácido fólico habían sido aumentadas
en 1998 a 400µg/día. Este aumento fue proyectado para reducir el riesgo de
defecto del tubo neural en mujeres capaces de quedarse embarazada.
Antes de la fortificación del alimento con ácido fólico, la
ingesta promedio de folato era de aproximadamente 250µg/día. Ahora se espera
que la ingesta de ácido fólico aumente. Como los otros nutrientes, las
necesidades de vitaminas son primeramente determinadas por un grado de madurez
física del individuo, a contraposición de la edad cronológica. Debido a las
demandas variables de crecimiento, los adolescentes que hacen dietas presentan
un disturbio alimenticio o enfermedad crónica, o tienen consistentemente
selecciones alimenticias precarias que afectan al organismo y tienden a crear a
largo plazo problemas a la salud.
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